viernes, 7 de diciembre de 2012

Ritornello




Ritornello

Sé que en mi estación, la rosa
ya no sucederá.

Saberlo es
saber la oscuridad.
Quedarse a solas con la ausencia 
y modelarla a ciegas hasta darle
esta forma de río desbordante.
Es nacer el silencio desde uno
y pulirlo tenazmente hasta arrancarle
de una arista quemante
su perfecta luz.
Es morir.
Y edificarse.
Es grabar con un buril constante
en la memoria – ese metal
de hondas resonancias– 
las profundas vivencias
que atesoran la marcha.
Por ese sendero regreso
hacia adentro.

En el umbral de mi otoño
miro mi paisaje.
Estoy de pie aún
y me concedo esta verdad
aunque saberlo sea
saber la oscuridad.
Sé que en mi estación, la rosa
ya no sucederá...

jueves, 8 de noviembre de 2012

Las hojas no caen, se sueltan...


Las hojas no caen, se sueltan....

Texto original de José María Toro,
extraído del libro "La Sabiduría de Vivir"


Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja. Ahora, sin embargo, 
me doy cuenta que ninguna hoja“se cae” sino que llegado 
el escenario del otoño inicia la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición al desprendimiento.
Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad
y profundo de sabiduría: la hoja que no se aferra a la rama y se lanza 
al vacío del aire, sabe del latido profundo de una vida que está siempre 
en movimiento y en actitud de renovación.
 La hoja que se suelta comprende y acepta que el espacio vacío dejado por ella 
es la matriz generosa que albergará el brote de una nueva hoja. 
La coreografía de las hojas soltándose y abandonándose a la sinfonía
del viento traza un indecible canto de libertad y supone una interpelación 
constante y contundente para todos y cada uno de los árboles humanos
 que somos nosotros.
Cada hoja al aire me está susurrando al oído del alma 
¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate! y ¡confía!.
Cada hoja que se desata queda unida invisible y sutilmente a la brisa 
de su propia entrega y libertad.
Con este gesto la hoja realiza su más impresionante movimiento de creatividad 
ya que con él está gestando el irrumpir de una próxima primavera... 
Reconozco y confieso públicamente, ante este público de hojas moviéndose
al compás del aire de la mañana, que soy un árbol al que le cuesta soltar muchas de sus hojas.
Tengo miedo ante la incertidumbre del nuevo brote.
Me siento tan cómodo y seguro con estas hojas predecibles, con estos hábitos perennes,
 con estas conductas fijadas,
con estos pensamientos arraigados, con este entorno ya conocido…
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa sabiduría, generosidad y belleza de las hojas 
que “se dejan caer”.
Quiero lanzarme a este abismo otoñal que me sumerge en un auténtico espacio de fe, 
confianza, esplendidez y donación.
Sé que cuando soy yo quien se suelta, desde su propia conciencia y libertad, el desprenderse 
de la rama es mucho menos doloroso y más hermoso.
Sólo las hojas que se resisten, que niegan lo obvio, tendrán que ser arrancadas por un viento mucho más agresivo e impetuoso
y caerán al suelo por el peso de su propio dolor.

martes, 9 de octubre de 2012



Exorcismo

Desamparado sentimiento mío,
es hora de andar solo
midiendo el vacío con tu sexto sentido.
Libérate de mí. Busca una bahía, échate
a volar en un cielo ardido, pero
no anides nunca en otro ser vencido.
Líbrame de ti. Ya no puedo mantenerte vivo.
Algo ha sucedido, algo distinto...
Será que ya no espero
ni la luz ni el día
con ilusión de estreno.
Me atren la noche y el sueño
ausentes de todo pensamiento.
Se me hace
que es la breve sombra de la noche
una selva segura para animal herido.
Y el despertar, la renovada flecha
que encuentra su destino en mí,
desamparado sentimiento mío...



Letargo 

 Son tan semejantes a otros
los días que vivo
que ya no me conozco. Esta falta de asombro
se parece a la nada.
Busco en un verso escrito rastros de mis pasos
o de aquella esperanza de la que supe
     ser nido...
Añoro mi espacio interior y las huellas
de una senda
para andar de a dos.
Es solitario y angosto el camino
  y los días
tan iguales a sí mismos...

lunes, 3 de septiembre de 2012


Recurso

Comenzó septiembre, las horas de sus días
se deslíen,
la esperanza se cumple en los verdes.
Tengo ojos nuevos para el blanco ciruelo
espuma de frutos, asomada al cerco.
Y este trasiego de notar tanto
retoño-brote-vástago-yema
logra que mi decurso también florezca,

Una noche de estas agregaré una estrella
a las contelaciones
con el fulgor de Sirius.Irresistible.Inmensa.

Hasta aquí he llegado.
Suelo mentir mucho
cuando desespero.


miryamseia@cablenet.com.ar


Sutil


Vida, miénteme
estoy dispuesta a creerte.

Acércate esta noche. Sutil
a tocarme la frente
como hace la madre
con su niño cuando duerme.

Cúmpleme un anhelo,
un deseo, el más sincero,
tu lo sabes, sin que nombre.
Tú eres la Maga indiscutible,
repara mi mañana
mira cómo sueño confiada...

.........................................

Estoy dispuesta a creerte.
Aún así... no vienes.

miryamseia@cablenet.com.ar

jueves, 23 de agosto de 2012



Resistencia

El viento desafora la noche y
la enquista en mi cuerpo.
No puede llevarme. Todavía
no quiero ir.

Soy un mapa de recuerdos donde
envejecen los sueños
y resisto
preguntándome porqué
resisto.

En algún lugar, en algo,
en alguien,
debe haber una ternura
donde hundir las uñas
para sostenerse

Noche, hermana,
duéleme menos.
Aligera tu paso en las heridas
piérdeme el rastro.

Lejos
el viento detruye
todo lo que siento.


http://www.presenciadeluz.blogspot.com
miryamseia@cablenet.com.ar


miércoles, 8 de agosto de 2012

Poema


Qué necesario es a veces
aprehender lo fugaz.

La gracia de un nido hecha vuelo...
El olor de la tierra mojada
cuando cuenta el verano de su haber sediento.
El pitar de un tren a lo lejos
y luego
el silencio.

Qué necesaria a veces
la blancura del jazmín trepando
alma y muro.

La risa y el eco
repitiendo dentro
un recuerdo.
La sombra primera diluyendo
cansancio y deseos.
Sentirse soledad sin peso,
aliento de espuma en arenas si tiempo,
que dulce... que bueno.

Quiero...


Quiero sacudir las sombras que caminan mi sangre.
Deshabitarme.
Comenzar en Octubre, nacida de su cauce.
Hacer y deshacer
toboganes de luz que permitan la difícil causa;
recuperarme.
Ignorar llaves, anular horarios, inventar esquinas
descubrir puertos, nombrar mañanas...

Devenir un tiempo donde
el pardo mantel de la tierra
me ofrezca su verde vertical y fragante.
Quitarme el ropaje de mi antiguo nombre
y llamarme Octubre.
Un día, una hora, un frágil instante.
El tiempo que dure tu mano en mi talle...
Así,
poder recordarme.

jueves, 2 de agosto de 2012

Aquí...



Aquí, en este cuarto,
controlado espacio de silencio
está nevando el recuerdo. Vuelve todo blanco; el vaso
en la mesa, con su flor muriendo;
el agua y mi sed nueva...
El aire que calla y piensa,
mi piel, desplegada hacia una ausencia.
Blanco; blanco el gesto
que traza caminos de ternura,
y las manos, que dibujan vuelos.

No permito otro color que aquel que ciega.
Blanco.
Aquí, en este cuarto que te espera,
nieva...

lunes, 2 de julio de 2012

Decisiones


Decisiones

Es un lago inmóvil esta noche.
Sus voces confiables exceden
la belleza.
Dan ganas de tomar decisiones
postergadas, como aquella de
no transitar más tu siempre ausencia

Una minúscula araña reclama
atención. En suspenso,
cerca de mí, avanza y retrocede.
Espera.
Un gesto omnipotente de mi mano
podría terminar su esfuerzo, pero
decidimos quedarnos así:
desangeladas.
Nuestros hilos; iguales:
vulnerables.

Tu ausencia se repite y no me mata.

Es otra decisión en esta noche plana.

sábado, 23 de junio de 2012

Lluvia

Luego de un largo silencio recupero la sed de estar bajo el aliento refrescante del poema.
Se repone mi alma...


Lluvia

Por un momento mi sobresalto
alcanza la cima del trueno
y se deja caer
como el agua.
Cielo derramado sobre recuerdos.
Los sentidos se expanden
comprendiendo...
Callan los pájaros por momentos
mientras la lluvia es alegría,
estruendo mojado sobre el verde
y en la calle, enormes gotas
juegan el juego más albo
con sonidos cristalinos, naturales
a estallar primero, y a traer
aquella infancia sin regreso
que por instantes
–y por magia de la lluvia–
recupero.

domingo, 13 de mayo de 2012

Agradecimiento





"Cisura" lleva una ilustración de la artista plástica  Mirta Larcher de Molver, quien generosamente colabora con mi blog dándole realce a mis poemas. Aquí, otro de sus bellos dibujos... Gracias, Mirta.

Cisuras



Cisuras
  
El espejo cae de mi mano. La cisura del cristal rompe la imagen.
 Observo...
               hay un ojo aquí
                                        que multiplica lo que veo,
 otro, partido, que en el espejo no ve. Pero sabe lo que siento.
 ¿Habrá descubierto el secreto?
  
Soy varias
                   en un espejo quebrado.

(Así la realidad puede quebrarnos,
 fragmentar la interioridad absoluta.
Todo es parcial, diverso, multiforme...
El alma se ausenta, vuelve, reclama,
y nadie, ni uno mismo, sabe la Verdad)


viernes, 27 de abril de 2012




OFICIO

Se desliza la noche.
Esfera de sombras que avasallan.
La impulsa un ángel callado
que ha olvidado todas las preguntas.
La impulsa, solamente,
en un rito interminable
hasta que llegue en su misterio
obstinada
azul
enamorada
a estrellarse en un foco de luz que la consuma.

Ahora pasa sobre mí y no siente
que se lleva todo, 
que no me deja nada,
que miro a través de mi contorno
todo el vacío
y su horror
y su frío.

                                        La impulsa un ángel callado
que ha olvidado todas las respuestas.
...............................................................................

Abro los ojos. Palpo
opaca y áspera túnica
sobre mi cuerpo.
Desde el rectángulo cierto del espejo
me mira mudo y fijo
un ángel de silencio.

A llevar la noche.
A cumplir mi oficio,
vuelvo.


miryamseia@cablenet.com.ar

viernes, 13 de abril de 2012


Dibujo: Artista Plástica: Mirta Larcher de Molver

En la fronda

Encender una luz no basta.
En el jardín, las sombras se comprimen,
se dilatan. Asaltan.
Se refugia uno en el cuadrado de
cemento que nos resguarda
y al apagar la luz, el cielorraso
es una lámina oscura. Pantalla
que desliza imágenes.

Vaya a saber qué parte de mí
las trae de regreso, a veces
soy niña... Soñaba.
Flashes, voces, remansos de piano
nunca sucedido.
–la música no pudo realizarse–

La vida es una partitura
con instantes. Más o menos felices
más o menos fugaces.
Pronto será tiempo de cerrar los ojos.
Voy a buscar a la niña que soñaba
voy a proponerle que aún espere,
que aún no nazca. Hay ruidos aquí afuera
en la fronda humana.

Vendrán tiempos mejores, propicios para ser.
¿Vendrán? Indudablemente
encender una sola luz
no basta.

miércoles, 4 de abril de 2012




Cacería

En un punto, alguien ha encendido una fogata.
El olor profundo del fuego habla de hojas y ramas
que contemplan agónicas, el resplandor de su alma.
En los troncos, un tatuaje de cicatrices indelebles
y la brisa,
palpando la textura seca de sus heridas.

El humo, un sahumerio que esparce al aire
aromas de raíces chamuscadas.
Se densa el entorno, cierra mi garganta
y mi alma vegetal, como los árboles
allí inmóvil, parecía presa
sin embargo estaba libre, suelta.

Alguien hizo una fogata, lejos...
pero cerca de mi miedo.
La luna cazadora nos había encontrado
al dueño del fuego y a mí,
testigo insomne.
Su ojo blanco, sin pupila, desnudo en la mitad del cielo
nos miraba.
Acaso nos veía como éramos. Endebles.

Cuando me hundí entre hojas muertas
como se hunde una fiera cazada
en una trampa blanda de la que
jamás escaparía,
el ojo de la luna, traidor,
omnipresente
se me clavó en la espalda.

viernes, 30 de marzo de 2012

Otoño mío

Dibujo: Artista Plástica Mirta Larcher de Molver



Otoño mío

Era necesario este otoño
para saber en qué medida es mío.

Un recuerdo a tiempo,
un sol escondido,
me incorporan
a la estación que no elijo
por propia decisión, pero que es
parte de mi ciclo.
Otoño mío, amado.
Pintor de sueños que me habitan,
sigo tu pulso de ocres y amarillos;
sigues mi ritmo de colores idos.
Andemos juntos, cómplices
del nido y del trino.
Te cuento todo lo que tú ya sabes,
me propones ir al fondo del olvido
a rescatar recuerdos,
a mentirnos presencias
con sabor de siglos.

Y, con el alma entregada
bajo tu signo de tranquilas aguas
tomas mis manos y
te sigo... te sigo...


Ritornello

Sé que en mi estación, la rosa
ya no sucederá.

Saberlo es
saber la oscuridad.
Quedarse a solas con la ausencia
y modelarla a ciegas hasta darle
esta forma de río desbordante.
Es nacer el silencio desde uno
y pulirlo tenazmente hasta arrancarle
de una arista quemante
su perfecta luz.
Es morir.
Y edificarse.
Es grabar con un buril constante
en la memoria – ese metal
de hondas resonancias–
las profundas vivencias
que atesoran la marcha.
Por ese sendero regreso
hacia adentro.

En el umbral de mi otoño
miro mi paisaje.
Estoy de pie aún
y me concedo esta verdad
aunque saberlo sea
saber la oscuridad.
Sé que en mi estación, la rosa
ya no sucederá...

viernes, 16 de marzo de 2012

¡Los libros impresos no morirán nunca !


Imposible no compartir este cortometraje tan excelente...
¡que lo disfruten como yo!

Subject: Corto animado ganador del Oscar 2012.-

The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (2011)
Es sencillamente maravilloso, de una inventiva conmovedora...Lleva unos minutos mirarlo, pero es imperdible. Tiene 1.493.925 visitas en You Tube

¡LOS LIBROS IMPRESOS NO MORIRÁN NUNCA!

Yo no le pido más... Sobre el Video (porque hay quienes dicen que no aporta lo suficiente ¡!)

The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore (2011

Cuando un viento catastrófico va haciendo desaparecer la vida, las comunicaciones (vemos en el principio del video volar todo, libros, televisores, personas, edificios, etc...) luego de mostrar un mundo semi-destruido vemos que al serenarse el huracán del tiempo, el hombre -uno de los sobrevivientes- tose y como hermosa metáfora van surgiendo de dentro suyo las letras que lo habían alimentado...

Camina, anda, vive; hasta que aparece La Magia sobrevolando la realidad con libros que nunca morirán.

El hombre descubre una vieja casona-museo donde los libros se NIEGAN a morir, junto a la Música y al Arte.

El protagonista fue el "Predestinado" a salvarlos del anonimato, fue el buscador de nuevos lectores. Se lo ve en esa biblioteca con los elementos que "toman el pulso", valijitas de primeros auxilios y una sucesión de Pura Belleza Total... Música... Danzas... Misterio... Fantasía... (cuando los libros bailan en parejas son imágenes bellísimas).

Y este "elegido" que va difundiendo la obra del arte y del conocimiento TODA su vida. Hasta su ocaso y partida: con un amor infinito.

Termina con la inocencia de una niña, vida-nueva, que hace posible el renacer de TODO.

Yo no le pido más explicación al Arte, la Fantasía y el buen gusto.

Cuando algo tan bello toca mi alma, aparto suavemente las preguntas del raciocinio, no le pido otro aporte ¿qué más podría decirme, en qué le falta ser más explícito si ya me hizo pensar y disfrutar? Si "YA" me dijo que el libro impreso siempre será sobreviviente del caos… y que si es necesario, volveremos a escribir; aún en las piedras…


miércoles, 14 de marzo de 2012

"Tú florece"

Dibujo: Mirta Larcher

Tú, florece...

"Ciruelo de mi puerta, si no volviese yo,

la primavera siempre volverá...

Tú, florece"

Anónimo japonés

Dentro de la brevedad de este poema hay tanta hermosura que conmueve. Me parece de esos chispazos geniales que dicen tanto con tan pocas palabras.

Aparece como cita en un cuento de Haroldo Conti “La balada del álamo Carolina”, una joya, una obra maestra de este autor argentino.

Si uno analiza detenidamente el fragmento anónimo del epígrafe podemos ver que:1) refleja lo efímero del ser y la realidad de nuestra fragilidad… “Ciruelo de mi puerta/si no volviese yo…”; 2) la relación de sentimiento, de afecto: es mi árbol, un ser vivo, no una cosa (yo lo comparo con el jacarandá y los fresnos del frente de mi casa y sé qué distintos los siente uno); 3) “…la primavera siempre volverá. Tú, florece”.

Podemos sentir esa sabiduría contundente –tan oriental- del deber de seguir los dictados naturales, y de cumplir con ese deber.

La fuerza de la tierra, los ciclos que se repiten desde hace miles de millones de años (fuera del alcance de la prepotencia humana) y a los que se adaptan las plantas y los animales, me inspiran un profundo respeto. Hay en ellos una memoria universal que reconocen y a la que responden con infinita sabiduría ¡Y nosotros que nos jactamos del raciocinio, somos los que deberíamos aprender de ellos sobre todo en su conciencia de grupo y pertenencia!

Además está la cuestión del Ser: “Tú, florece” –como si dijera “Sé tú mismo”, así como lo enseñó Buda, como también lo vemos en otras filosofías. Sentirse integrado a la naturaleza, ya que somos partículas en la inmensidad del cosmos, y como el árbol y cada cosa viva, somos parte del Todo.

A esta altura cualquiera se dará cuenta de que tengo una particular debilidad por los árboles, y al leer el cuento de Haroldo Conti se me ocurrió consultar en mis libros de poemas las veces que menciono el árbol o me comparo con ellos… y lo encontré muchísimas veces. Incluso uno se titula: “Como los árboles” –y me refiero a ellos como personajes de la cuadra donde vivo-

Curiosamente mi primer libro se llama “Raíz al aire” y los primeros versos dicen: “Soy árbol nacido al final del camino/ de copa breve y raíz aérea…/”

O cuando expreso el deseo: “Si me fuera dado elegir/querría ser un árbol: jacarandá/pero con una condición:/estar siempre en flor…/ Jacarandá, eres el único árbol con un cielo propio”.

O en : “Pude ser”: “…Pude ser piedra. O árbol/ apenas quimera/ o el sueño de un hombre…” etc, Y tantas otra veces que no corresponde citar más…

Cuando uno los ha plantado y visto crecer son –al pasar los años-, como hijos propios, parte de nuestra historia cotidiana.

Me remito al principio, al breve poema anónimo y trato de “acomodarlo” a la vida, es decir; aunque las circunstancias se salgan del curso habitual y uno se sienta descolocado, hay que oír el mandato natural de seguir adelante… De Ser, de subsistir, de bregar… “TÚ, FLORECE”. Casi me tienta decir: amén.


martes, 13 de marzo de 2012

Infatigable llama

En la habitación una lámpara oscila,
protege el cuarto con su fuego secreto.
No se fatiga de arder,
su llama enciende y apaga con temblor
rostros amados, en fotografías.

Y alguna alegría desorientada
vuelve a pasar por el corazón...

Alta lámpara, siempre
encendida en mi noche:
cuida que no sea mi cuerpo
delgado hueco sin soles.

Acerca tu calor hasta encontrar
este pulso que persiste en su frío,
desármalo.
Quémalo con tu nocturna luz
matadora de sombras...

lunes, 27 de febrero de 2012



Juego...

Recojo palabras sueltas e intento que ellas solas
vayan haciendo el poema...
...alzar
un vuelo
sin dolor
espero.

Quiero un río
...tibia arena
una huella...
luego dos.
Cuando creo
agotado el misterio,
prevalece
la importancia de soñar,
sobre la espina de los miedos.

Desde la complicidad
de las palabras
que me van rehaciendo,
entro a este juego de blanca elasticidad
armo un puzzle con piezas que reinvento.

Y la vida, simplemente
continúa siendo...

Pero vuelo.








martes, 14 de febrero de 2012




CREPÚSCULO

Esta hora me elige.
Es domingo y la tarde
está en el umbral de la noche.
–Me pregunto porqué siempre
le exigimos al domingo ser felices.
Y porqué, pese a su réplica constante
volvemos a creer siete días después
que es posible...–

Le quito al día su último velo
para mirarlo así a través del silencio,
despojado.
Sin darme cuenta que el juego
es inverso
y que desnuda ingreso
al territorio de los sueños
donde acepto
que esta hora me elija
como memoria de todos los recuerdos,
de todos los domingos,
de todas las porfiadas ilusiones,
que aún siguen naciendo...

Es inútil advertirle a esta hora
que mi paso se está haciendo leve.
Es domingo y me elige.
Arrebato de dorados al poniente
mantiene viva mi antigua sed
sobre un ansia de luz que permanece...


miryamseia@cablenet.com.ar

lunes, 23 de enero de 2012


Validar estrellas...
Las flores nacen y marchitan. Se van
como un reguero de colores cielo arriba.
Las que olvidé mirar están perdidas.
Perdido mi tiempo en estación umbría.

Pero hoy aspiro el aire nuevo
y un manojo de aromas me regala
el código secreto que permite
llegar al umbral de lo perdones.
Si quiere regresar mi oscura lente, le diré:
Ven mañana.

Si insiste en hacerme cómplice
de su vigilia estéril, puedo pedirle:
No me toques.

Tú no sabes cuánto
deseo poblar el alba de esperanza.
Por eso es que no quiero demorarme,
he resuelto edificar sobre silencios
y salgo a proponerle a esta noche
mi perfume, mi beso innumerable,
debo germinar en sueños nuevos.
Validar estrellas que aún esperan
hacer constelaciones en mi cuerpo.